Poemas Oscuros
Sacrificio Innecesario
He sacrificado mi vida por ti.
Una daga atravesó mi corazón;
fue un dolor tan intenso que
aún después de la muerte sigue doliendo.
Mi sangre corrió hacia ti,
pero no quisiste aceptar
mi ofrenda; ni aún en vida me
dejaste acercarme a ti.
Mi vista se nubló y lo
último que vi fue tu cara
riéndose de mí.
Y ya era demasiado tarde
para dar marcha atrás,
mi corazón dejó de latir
y mi cuerpo cayo a tus pies,
como siempre lo estuve.
Y te marchaste, no te importó
abandonar mi cadáver,
no dejaste de reír, y seguiste
tu camino sin mirar atrás.
Por: Elizabeth Ramírez
He sacrificado mi vida por ti.
Una daga atravesó mi corazón;
fue un dolor tan intenso que
aún después de la muerte sigue doliendo.
Mi sangre corrió hacia ti,
pero no quisiste aceptar
mi ofrenda; ni aún en vida me
dejaste acercarme a ti.
Mi vista se nubló y lo
último que vi fue tu cara
riéndose de mí.
Y ya era demasiado tarde
para dar marcha atrás,
mi corazón dejó de latir
y mi cuerpo cayo a tus pies,
como siempre lo estuve.
Y te marchaste, no te importó
abandonar mi cadáver,
no dejaste de reír, y seguiste
tu camino sin mirar atrás.
Por: Elizabeth Ramírez
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