2006-12-01

Poemas Oscuros

Sacrificio Innecesario

He sacrificado mi vida por ti.
Una daga atravesó mi corazón;
fue un dolor tan intenso que
aún después de la muerte sigue doliendo.

Mi sangre corrió hacia ti,
pero no quisiste aceptar
mi ofrenda; ni aún en vida me
dejaste acercarme a ti.

Mi vista se nubló y lo
último que vi fue tu cara
riéndose de mí.

Y ya era demasiado tarde
para dar marcha atrás,
mi corazón dejó de latir
y mi cuerpo cayo a tus pies,
como siempre lo estuve.

Y te marchaste, no te importó
abandonar mi cadáver,
no dejaste de reír, y seguiste
tu camino sin mirar atrás.

Por: Elizabeth Ramírez